Reforma fiscal ¿Cuota por Baja California?

La actitud de los políticos resulta verdaderamente hilarante por una parte e inquietante por la otra. Y es que las declaraciones del PRI en torno a los resultados de las elecciones de Baja California, en las que Hank Rhon ya se había visto (como los del melate), vale la pena analizarlas sobre todo por las consecuencias y el costo político que puede traer para la administración de Calderón.

Los priistas no amenazan, bueno eso dicen ellos. Lo que yo veo no es más que una evidente advertencia de una amenaza inminente o una amenaza disfrazada de yo que sé ¿me expliqué? Bueno, bueno, dice el PRI hoy que “no utilizarán la reforma fiscal como un chantaje para lograr la anulación de las elecciones del pasado domingo en Baja California”. Esto a mi me suena un poco al chico que se sube a un microbús y le dice a la gente “Señoras y señores, soy un ex convicto, tiene dos meses que salí de la cárcel y vengo a pedirles que me apoyen, para mí sería muy fácil ponerme a robar o quitarles sus carteras, pero no lo voy a hacer, quiero regenerarme y les pido que me ayuden, si pueden cooperar con lo que ustedes gusten”. Eso es terrorismo psicológico, cómo no le vas a dar dinero si de entrada te está advirtiendo que el podría ser un a amenaza y que de lo que tu hagas el tendrá que tomar la decisión de obtener lo que quiere a la buena o la mala.

Lo cierto es que lo que habría que valorar es qué tan alto va a ser el costo político, sobre todo en materia del avance de las reformas, la obtención de un Estado como Baja California para los panistas, ¿Será que su gran pecado fue ganar? ¿Será que su gran pecado ha sido aprender de las mañas y triquiñuelas institucionales del tricolor? Y si es así, qué tan caro tendrán que pagarlo. ¿Será la Reforma fiscal la tarifa? Pues probablemente sí. Y es una pena que la política en este país continúe elaborando sus agendas y establezca políticas públicas, sólo a cambio de o gracias a... Y mientras tanto, el país, que exige y urge reformas como la fiscal, la de la reforma del estado, entre otras, sigue esperando a ver en qué momento están de humor o no se les atraviesa una elección o simplemente que el momento político no afecte a los intereses de nadie para sacarlas adelante. Y la realidad es que ese es más difícil que llegue ese momento y se den esas condiciones que pegarle al gordo.